MARTHA JOSEFINA MILLÁN, actriz, cantante intérprete lírica soprano, profesora de piano y solfeo, nació el 26 de Agosto de 1938 en Santa Rosa (La Pampa).

 

          Durante su infancia en su ciudad natal, estudió en el Colegio María Auxiliadora, formando parte de los coros escolares. Los profesores César Rodríguez y su hija María Carmen, la designaban ya en aquel entonces en roles principales en los conciertos anuales de música y canto del Instituto Musical Argentino que dirigían. De joven, Inició sus estudios de canto en Buenos Aires con importantes maestros, entre ellos el eminente barítono italiano, Ángel Mattiello, y con las catedráticas del Instituto Superior de Canto del Teatro Colón, Teresa Serrantes, Amanda Cetera y Leonor Rivolta.

          Durante el transcurso de su carrera profesional, dictó cursos de “Técnica Vocal para el Actor-Cantante” en la Ciudad de La Habana y en la Ciudad de Santo Domingo, así como también en Argentina, en el Centro Cultural General San Martín en iniciación al canto popular y lírico, y en la Asociación Argentina de Actores, en donde se desempeñó como maestra de canto durante casi una década, con el dictado de su taller “La voz cantada y hablada”. Además, brindó talleres en Barcelona, Santander, Salzburgo y en muchas otras ciudades del mundo. Fue profesora superior de Canto, de Música de Cámara y Opera en el IUNA (hoy UNA); fue cantante solista en los coros del Teatro Maipo y El Nacional, bajo la dirección de los grandes maestros Lucio Milena y Mariano Mores, entre otros. Realizó entrenamiento vocal a famosos cantantes y destacados actores de teatro; participó en un sinnúmero de comedias musicales en los principales teatros porteños, junto a otras estrellas de la actuación y la canción, como por ejemplo, la famosa cantante y actriz Libertad Lamarque. En 1963, participó en el estreno del musical “Bésame, Catalina” (Kiss me Kate), de los autores Bella Spewak y Samuel Spewak, junto a José Cibrián y Ana María Campoy, vestuario de Eduardo Bergara Leumann, junto a otros artistas de renombre, en el Teatro Avenida.

      Ganó numerosos premios, tales como los de la Asociación Ricardo Steinberg, Mozarteum de Santa Fe y Asociación Filarmónica de Mendoza y además becas otorgadas por el Gobierno de La Pampa y por el Fondo Nacional de las Artes, y tres veces el Molière. Se especializó en la canción de cámara, siguiendo cursos con Jacqueline Ibels, Juan Pedro Franze y en el Instituto Germano – Argentino, con Guillermo Opitz, interviniendo en diversos recitales en todo el país.

Remontándonos a 1967, participó como pionera soprano en la creación de la gran Ópera de Cámara del Teatro Colón, oficialmente reconocida el 2 de mayo de 1969, con numerosas actuaciones en la Argentina y el exterior. Participó en el Jornal do Brasil (Río de Janeiro, 1970) y en el V Festival Interamericano de Música de la Ciudad de Washington (1971).

          Durante 1975, se presentó como solista en el Ciclo Dominical de Intérpretes Argentinos junto al pianista Francisco Parreño.

           Entre 1977 y 1985, tuvo una exitosa etapa como protagonista cantante del Teatro Colón en más de quince óperas, con reconocimiento internacional.

     En 1977 debutó en el campo operístico en el papel de Valencienne en “La Viuda Alegre” en Tucumán, interpretando en la misma sala, Rosaura de “Los Gavilanes” y Musetta de “La Bohème”. Ganó el concurso organizado por el Teatro Colón para jóvenes valores. Se presentó en 1978 en el escenario del Teatro Colón con el personaje de Tebaldo en “Don Carlo”, actuando posteriormente en representaciones de “La Finta Giardiniera”, “Il Capello di paglia di Firenze”, “Una noche en Venecia”, “Roméo et Juliette”, “La Bohème”, “La Wally”, “La Condesa Maritza”, entre otras, y las ofrecidas en las temporadas estivales en el Teatro Presidente Alvear.

El 8 de Junio de 1982, interpretó a “Floreta” en el estreno mundial de la Ópera “Celos, aún del aire, matan”, una adaptación de José Guillermo García Valdecasas del texto original de Calderón de la Barca, junto a la Orquesta Estable del Teatro Colón, con Dirección de Antonio M. Russo. Viajó a México para actuar con la Ópera de Cámara del Teatro Colón en el Festival Cervantino de Guanajuato.

     Trabajó incansablemente como cantante en Uruguay, Chile, Brasil, México, España, entre otros países, regresando esporádicamente a Santa Rosa, La Pampa, donde también ofreció talleres y mantuvo contacto con artistas locales.

    Se desempeñó como entrenadora vocal de destacadas obras en el Teatro Nacional Cervantes: “El Sombrero de Paja de Italia” (1979) y “El Enfermo Imaginario” (1981); y en el mismo Teatro, también como actriz en “Stéfano” (1986) de Armando Discépolo, con dirección de Victor Mayol, entre cuyos compañeros escénicos se encontraron Carlos Alberto Pizzini, Luis María Bragato, Aida Calamera, Francisco Cocuzza, Alejandra Da Pasano, María Rosa Gallo, Virginia Lago, Miguel Angel Solá y Pepe Soriano.

        Participó en el film “Evita”, de Alan Parker con Madonna, Antonio Banderas y Jonathan Pryce, de las óperas “El barbero de Sevilla”, “Carmen”, “Carmina Burana”, “La Traviata” y de la zarzuela “La Verbena de la Paloma”, entre otras.

         Como Martha lo dijo tantísimas veces, nunca tuvo hijos, pero ha dado a luz gran parte de nuestra Historia Nacional del Teatro, la Música y el Canto, dejándonos un pedazo de cultura y educación invalorables, además de haber tenido centenares de alumnos y alumnas que hoy la recordamos con tal afecto y admiración y le agradecemos eternamente, por su tiempo, su amor, su cariño y dedicación, siempre incentivándonos y motivándonos a superarnos, a formarnos con tenacidad, perseverancia y calidad, compartiendo sus experiencias y enseñanzas con una entrega absoluta, abriéndonos las puertas de una camino largo y difícil, haciendo que todo obstáculo pareciera ínfimo, haciéndonos sentir verdaderos cantantes a pesar de nuestra incipiente formación, abriéndonos desinteresadamente las puertas de su hogar y de su corazón.

      Hablar de Martha es hablar de amistad, de agradecimiento permanente, de cuidado de la voz y del cuerpo, de formación artística integral y consciente de que todo lo podemos con constancia y trabajo.